El obispo Gabriel Mestre encabezó la misa en honor a San Ramón Nonato. Hubo bendiciones de bebés, embarazadas, mujeres que desean ser madres y hasta parteras.
Con la bendición de bebés, embarazadas, mujeres que desean ser madres y hasta parteras, culminó hoy la “Fiesta de la Vida”, con la misa que se celebró en honor a San Ramón Nonato encabezada por el obispo Gabriel Mestre en la capilla San Carlos. El santo es el patrono de los recién nacidos y las futuras madres.
Así, la iglesia ubicada en Juan B. Justo al 2100 se colmó por bebés en brazos de sus madres, a la vez que pequeños que daban sus primeros pasos también dijeron presente y recorrieron el templo mientras el obispo -junto al párroco Armando Ledesma- ofrecía la homilia a todos los presentes. Después de la lectura del evangelio según San Lucas, monseñor Mestre basó el mensaje sobre tres conceptos: “humildad, gratuidad y vida”.
“La humildad estuvo presente en todas las lecturas -explicó el religioso-. Hay que vivir y tener la actitud de la humildad, la sencillez. Andar en la verdad, según Santa Teresa. Hay que reconocer lo mucho y lo poco que somos”.
En cuanto a la gratuidad, señaló que “tiene que ver con invitar, superar la tentación en esta sociedad de consumo y hacer el bien sin mirar a quien”.
Finalmente, Mestre se refirió a la vida y “por intercesión de San Ramón Nonato celebramos esta fiesta de la vida”.
Después de la celebración de la eucaristía, tanto los bebes en brazos de sus madres, como las embarazadas y aquellas mujeres que anhelan quedar embarazadas se acercaron hasta el altar y allí recibieron la bendición por parte del obispo.Y después partieron en paz.